martes, 25 de septiembre de 2007

Fogonazos


¿Cómo puede ser que a la salida del metro de Casa de Campo un grupo de policías antidisturbios nos reciba cargando, vestidos con armadura negra, cascos y fusil de bolas en mano, por hacer botellón a la salida de la estación más cercana a la celebración de las fiestas del PC, y 24 horas más tarde, en la puerta del antiguo matadero de Legazpi, vamos, en el centro de Madrid, miles de personas beban litrona-en-mano "con total impunidad" celebrando la Noche en Blanco?
¿Cómo puede ser que un amigo se presente en la Noche en Negro, (manifestación en contra de la Noche en Blanco y su supuesta casual coincidencia en fechas con las fiestas del PC) y los niñatos que asistieron le tomen por policía e intenten agredirle?
¿Cómo puede ser que sea lícito beber o no en las calles de Madrid según le salga de la minga al alcalde? ¿Cómo una noche cultural se convierte en un sin fin de colas para no poder entrar en nada, y todo termine en un pedo adolescente e inconsciente general?
¿Vivo realmente en una ciudad de gilipollas?
¿No es mucho más bonito mezclar juventud y alcohol con algo de combatividad, con alguna ideología –por pobre que sea–que te anime a salir a la calle y cambiar algo de la mierda en la que estamos zozobrando?

Hoy mi grupo de defensa de los animales organiza un acto delante de la embajada de Japón pues cada año, en las pequeñas poblaciones pesqueras de la costa japonesa, los pescadores matan a cerca de 20.000 mamíferos marinos de la manera más brutal. Desde octubre a marzo, los pescadores provocan ruidos que desorientan a los delfines, marsopas y pequeñas ballenas y retienen a grupos enteros en bahías de agua poco profunda.
La mayor parte de los delfines son descuartizados vivos y vendidos como comida, mientras que algunos se venden a delfinarios y parques acuáticos para realizar espectáculos, convirtiéndose estos en cómplices de esta matanza.
Esta cacería anual es la mayor matanza de delfines en todo el mundo y se perpetúa a causa de los esfuerzos por esconderlo del gobierno nipón y de las empresas que se lucran. Por este motivo, cada año crece la protesta internacional para llamar la atención sobre esta crueldad y para ejercer presión sobre el gobierno japonés, con el fin de lograr el cese definitivo de esta matanza.
Matan delfines, el animal más bello e inteligente que existe. Estos cetáceos viven en grupos sociales jerárquicos, con los que comparte toda su vida. Los estudios de comportamiento del delfín sugieren que ciertos animales prefieren asociaciones con otros y se reconocen después de períodos de separación. Los enlaces entre una madre y su cría son duraderos: una cría normalmente permanece con su madre de tres a seis años o más. Los lazos de los machos adultos en pareja son fuertes, emplean a menudo un gran número de comportamientos cooperativos y aunque viven en grupos de 20 a 300 individuos. Por lo general no son promiscuos y permanecen fieles junto a su grupo hasta la muerte. Juegan para divertirse, varían sus rutas, tienen predilecciones en sus relaciones y, en definitiva ,tienen todas las características para poder tener conciencia de su ser, su familia, su grupo social, su vida, el dolor, la sangre, la muerte...
¿Cuántos acudirán a la manifestación?
¿Cuántos de los miles de jóvenes que se manifestaron por la ley antibotellón acudirán, litrona-en-mano, a protestar contra esta matanza?
Creo que el espíritu del mayo del 68 no murió entre los panfletos del ideario político y el LSD: murió enterrado en alcohol y los jóvenes de hoy son los cadáveres ebrios de una revolución huérfana de militantes, salvo pocas y honrosas excepciones.
Si no luchamos para cambiar el mundo, qué lucha merece la pena.

1 comentario:

Luvi dijo...

A la pregunta de cuantos asistieron a la protesta frente a la embajada de Japon te puedo contestar que: 16.

Esta es la sociedad combativa. Viva el mal, viva el capital. Muera la inteligencia