viernes, 28 de septiembre de 2007

Angelicos

Nunca he creído en la angeología. Vamos, que me resulta muy difícil pensar que un ser divino llegue, te arregle la vida y continúe su existencia dedicada al bien. Es tan increíble e iluso, como creer que van a llegar a la tierra entes de otro planeta y convertirla en un lugar en paz y felícidad. Claro que, nunca pensé eso porque no soy un animal abandonado.
Ayer asistí a un concierto Punk Rock, o sabe dios de qué estilo. El grupo terminó cantando una canción en contra del abandono de los animales y dedicó el concierto al Hogar de Luci, una asociación de angelicos que se dedican a salvar animales. Les dedicó el concierto diciendo que esa gente se merece el cielo. Y lo único que puedo decir, más allá de personalidades, de grupos, de ideologías políticas, más cabrones o menos, punkarras, hevis o lo que séan, es que existen personas que cuando ven un animal abandonado o apaleado o sin forma de vida, se dedican a salvarlo, mantenerlo, encontarle un hogar y darles amor.
Es por eso que puedo afirmar rotundamente que los ángeles existen. Encima es viernes. ¿No van a existir, cojones?

jueves, 27 de septiembre de 2007

Freedom Birmania


Birmania (que algunos llaman Myanmar), desde 1962 es gobernada en dictadura por una sucesión de hijos de puta con uniforme, que se denominan, muy a su usanza y ritos, una junta militar.
La actual, seguramente la más dura que han vivido los birmanos, está en el poder desde 1988, encabezada por el que hace las veces de Jefe de Estado(¿gran dictador?): el general Than Shwe, que también es el ministro de Defensa y el responsable del gobierno del terror y la fuerza, con la que somete a un pueblo de más de 50 millones de habitantes. En 1990, presionado por la comunidad internacional, se celebraron elecciones dando la victoria a la Liga Nacional, encabezada por Aung San Suu. La victoria no fue reconocida y Aung, que por cierto es premio Nobel de la paz, se vio recluida en un arresto domiciliario que continúa hoy en día.
Amnistía Internacional ha denunciado que en la actualidad en Birmania (me niego a llamar a ese país con el nombre que por el artículo 33 le puso una piara de militares corruptos) hay 1.100 prisioneros políticos y contando. La incipiente revolución se ha desencadenado porque la población, que vive prácticamente en la miseria, vio cómo subía vertiginosamente el precio de los productos básicos incluidos los alimentos, agotando así sus escasas posibilidades de subsistencia. La comunidad budista, que cuenta con un gran apoyo social, se encarga de la educación y cubre gran parte de las necesidades de un pueblo destinado al abandono por su gobierno. Los monjes son los que están dirigiendo esta protesta pacífica (el budismo es una filosofía que respeta la vida y aboga por la no violencia) y han logrado movilizar a más de 300.000 personas en el país en contra el régimen dictatorial que sufren.
La respuesta de la junta militar ha sido bastante clara: reducir de la forma que sea cualquier conato de protesta (ayer en Rangún mataron al menos a 5 monjes y hoy se informa que por lo menos 800 de ellos has sido detenidos) y declarar un toque de queda castigado con la muerte para el que pise la calle tras la puesta de sol.

Bien, después de contar esta pesadilla que están viviendo y sufriendo 50 millones de personas, no puedo por menos que preguntarme una serie de cosas.
¿Dónde coño está la alianza de naciones, los cascos azules, el nuevo orden mundial, el ejército de la paz y la salvación? ¿Dónde están todos lo que se erigieron en la defensa del orbe y contra cualquier dictadura?
¿Tienen que excavar los monjes pozos de petróleo o minas de oro para que algún gobierno o confederación internacional se sensibilice y plantee acabar con el régimen actual, arrasar la junta militar y limpiar un poquito este mundo, limpiar para que no mueran más inocentes, para que la revolución azafrán de la paz triunfe, para acallar tanta injusticia, pobreza, tristeza, ruido o sufrimiento?
¿A cuántos tienen que matar?, ¿cuánto tiempo más 50 millones tienen que seguir viviendo una dictadura, simplemente por haber nacido en un país pobre? ¿Dónde esta el hombre, dónde está Dios? ¿Qué vamos a hacer...?

¿Sabías que China acaba de vetar una resolución de la ONU condenando los hechos de Birmania? ¿Seguirás comprando productos chinos?

martes, 25 de septiembre de 2007

Fogonazos


¿Cómo puede ser que a la salida del metro de Casa de Campo un grupo de policías antidisturbios nos reciba cargando, vestidos con armadura negra, cascos y fusil de bolas en mano, por hacer botellón a la salida de la estación más cercana a la celebración de las fiestas del PC, y 24 horas más tarde, en la puerta del antiguo matadero de Legazpi, vamos, en el centro de Madrid, miles de personas beban litrona-en-mano "con total impunidad" celebrando la Noche en Blanco?
¿Cómo puede ser que un amigo se presente en la Noche en Negro, (manifestación en contra de la Noche en Blanco y su supuesta casual coincidencia en fechas con las fiestas del PC) y los niñatos que asistieron le tomen por policía e intenten agredirle?
¿Cómo puede ser que sea lícito beber o no en las calles de Madrid según le salga de la minga al alcalde? ¿Cómo una noche cultural se convierte en un sin fin de colas para no poder entrar en nada, y todo termine en un pedo adolescente e inconsciente general?
¿Vivo realmente en una ciudad de gilipollas?
¿No es mucho más bonito mezclar juventud y alcohol con algo de combatividad, con alguna ideología –por pobre que sea–que te anime a salir a la calle y cambiar algo de la mierda en la que estamos zozobrando?

Hoy mi grupo de defensa de los animales organiza un acto delante de la embajada de Japón pues cada año, en las pequeñas poblaciones pesqueras de la costa japonesa, los pescadores matan a cerca de 20.000 mamíferos marinos de la manera más brutal. Desde octubre a marzo, los pescadores provocan ruidos que desorientan a los delfines, marsopas y pequeñas ballenas y retienen a grupos enteros en bahías de agua poco profunda.
La mayor parte de los delfines son descuartizados vivos y vendidos como comida, mientras que algunos se venden a delfinarios y parques acuáticos para realizar espectáculos, convirtiéndose estos en cómplices de esta matanza.
Esta cacería anual es la mayor matanza de delfines en todo el mundo y se perpetúa a causa de los esfuerzos por esconderlo del gobierno nipón y de las empresas que se lucran. Por este motivo, cada año crece la protesta internacional para llamar la atención sobre esta crueldad y para ejercer presión sobre el gobierno japonés, con el fin de lograr el cese definitivo de esta matanza.
Matan delfines, el animal más bello e inteligente que existe. Estos cetáceos viven en grupos sociales jerárquicos, con los que comparte toda su vida. Los estudios de comportamiento del delfín sugieren que ciertos animales prefieren asociaciones con otros y se reconocen después de períodos de separación. Los enlaces entre una madre y su cría son duraderos: una cría normalmente permanece con su madre de tres a seis años o más. Los lazos de los machos adultos en pareja son fuertes, emplean a menudo un gran número de comportamientos cooperativos y aunque viven en grupos de 20 a 300 individuos. Por lo general no son promiscuos y permanecen fieles junto a su grupo hasta la muerte. Juegan para divertirse, varían sus rutas, tienen predilecciones en sus relaciones y, en definitiva ,tienen todas las características para poder tener conciencia de su ser, su familia, su grupo social, su vida, el dolor, la sangre, la muerte...
¿Cuántos acudirán a la manifestación?
¿Cuántos de los miles de jóvenes que se manifestaron por la ley antibotellón acudirán, litrona-en-mano, a protestar contra esta matanza?
Creo que el espíritu del mayo del 68 no murió entre los panfletos del ideario político y el LSD: murió enterrado en alcohol y los jóvenes de hoy son los cadáveres ebrios de una revolución huérfana de militantes, salvo pocas y honrosas excepciones.
Si no luchamos para cambiar el mundo, qué lucha merece la pena.

viernes, 21 de septiembre de 2007

Mil cárceles

Me siento encerrado entre mil cárceles que siquiera son de oro. Una es la oficina, fría y marmólea, de la casa cuartel que en calabozo encierra mi alma ocho horas más transporte. No es que sea insoportable, ni tampoco una condena. Claro que depende de mí el siguiente paso, pero me da mucha pena ver como pierdo mi vida. Para muchos, mi caso es uno de los afortunados y, en el ámbito profesional, lo comparto. Lo que, por mucho que quiera, no acierto a entender, es si eso es bueno, malo o, simplemente, es dejarme la existencia por un ‘puñao’ de billetes que, hoy por hoy, sirven para poco más que pagar la hipoteca y limpiarse el culo. Sólo es dinero. No cambio nada de lo que me rodea, no mejoro el mundo. Es más, potencio el consumo.

Otra es mi casa que, de tanto esperar a que se solucionen los problemas, me está volviendo un poco más paranoico. Con lo que ha subido el euribor en los últimos dos años, he dejado de pensar que es una suerte para darme cuenta de que me he comprometido a estar pagando -por ahora (y contando)- mil euros al mes, lo que hacen un total de 360.000 euros, más 30 años de mi vida, envuelta y con lazo, entregada al banco, con genuflexión incluida, a cambio de 40 metros. Esto me da qué pensar. A lo que más cantidad de horas me dedico, por invasión espacial y cerebral, es a generar dinero, no para mí, sino para la empresa y el banco. Nada para lo realmente importante, que se circunscribe a pocas cosas; si apuro, se quedan en mi gente, un techo, música, verdura, fruta, y ayudar a los animales y la escuela.

Otra es la mazmorra de mis propios sentimientos, creo que en fondo me educaron para casarme y tener niños, a pesar de mis ideas revolucionarias y mi aspecto entre surfista y niño perdido, involuntariamente rompí con la genética de mi generación, que si miro alrededor ya cambian pañales o firman divorcios. Lo único que realmente me duele de mis relaciones sentimentales es no haber adoptado una niña en su momento, por el resto y visto lo visto, prefiero la soltería que por lo menos es un estado que puede prolongarse sin necesidad de disimular las cosas que siento, ni de agradar a terceros salvo cuando quiero hacerlo.

Otra situación es la de la impotencia, también carcelaria, al no poder cambiar o paliar tanto sufrimiento que me rodea, desde las imágenes que veía -cuando soportaba los telediarios- de tantos inocentes sufriendo a las horrendas matanzas diarias de toda suerte de animales: desde el que cuelgan de un gancho en la cabeza para exponer detrás de un cristal de algún maldito bar, a los que visten las zorras de antaño.

Todo esto me aprisiona en un mundo en el que no quiero estar, que actúa de una forma injusta, en la que me niego a participar, lleno de clases sociales, de consumo. Hay días que rezas para dejar de ver lo que pasa, porque ya no aguantas más, y no tienes fuerza para soportarlo, porque hace mucho que tienes una bola de tristeza en la garganta que no te deja respirar feliz, y no te paras a pensarlo demasiado, porque sabes que las lágrimas no paran las balas, ni atajan ningún problema, por nimio que sea, ni ayudan a cambiar el mundo.

Esos días es cuando los barrotes que me rodean se materializan a mi alrededor, me aprietan tanto que me inmovilizan, y se estremece mi alma, consciente de sufrir una condena. Entiendo lo que sienten los animales en el zoo, las personas encerradas en el Soto, en Valdemoro, en Aranjuéz, Navalcarnero, Alcalá Meco, en los centros de Inserción Social sin pernocta, en las granjas de exterminio...

miércoles, 19 de septiembre de 2007

Poesías de amor y coña -01

Poesía de amor y coña 01

Prometo quererte mientras te quiera
adelantar 3 meses las primaveras
ser en la cama siempre una fiera
no estar nunca en casa, no dormir nunca fuera

enseñarte por lo que lucho y muero
no tomarme nunca la vida en serio
recoger las monedas que tiro en el suelo
escuchar música a 10.000 decibelios

Prometo robarte regalos sin envoltorio
hacerte pasta con algo cada cena
comprar Perignon para mi velorio
susurrarte algunas mañanas al oído: tía buena

Prometo no envejecer en la oficina
regalarte plantas, nunca flores
esconder el análisis de orina
comprarte tanguitas de muchos colores

Prometo no estar mucho en tus reglas
no mear mucho fuera de la taza
no vivir rodeado de mierda
no salir con los amigotes de caza

Prometo viajar todo lo que podamos
asegurarte el pasaporte de la risa
no ocultar con Grecian mi pelo cano
amarte cada noche sin pausa y sin prisa, siempre sin prisa

martes, 18 de septiembre de 2007

Los del camino tenebroso.

Al otro lado se encierran los débiles en su armadura de fuertes. Se fortifica el miedo a ser uno mismo y se llena de ruido para no enfrentarse al silencio. Al otro lado, las palabras duras derriban a los ataques, se da mucho y callando, se sufren los disfraces, se pierde el carácter, la compostura y la cordura no se domina; se es dominado por el miedo al rechazo, a la respuesta hostil del medio, a que asome un trocito del alma entre el chaleco antibalas.

Al otro lado lo temes, te parece el mal desde fuera. Se viste con pinturas de guerra, se vende fiero, pretende en todo momento alejar los ataques. Al otro lado se vive más, pero hace más daño, se encajan los golpes de los que parecen inocentes y se sufre cada injusticia como propia. Al otro lado no se entiende de buenos o malos, se aceptan los defectos, los colores grises, se lucha contra los estigmas, se impone la razón, se protege con alambre de espino la preciosa vida del abandonado. Al otro lado se golpea más duro porque duelen más los golpes y se pierde la medida. Al otro lado, un santo puede parecer un demonio, un loco cuerdo y todo es verdad y mentira según el día y como te levantes. Al otro lado sólo existe la ley del más fuerte, intentando imponer justicia y proteger al débil aunque no lo comprenda.
Al otro lado viven muchos que nunca entendí, que quiero y admiro y se hicieron fuertes a fuerza de querer parecerlo.
En medio del miedo infinito al otro lado se lucha para vivir sin miedo

El hospital de tus besos

Porque en la media luna de tus brazos me rescatas del ades, siempre apareces cuando el viento sopla a vendaval, entre las cenizas del último naufragio y con el futuro guardado en un papel en blanco, por lo que pueda sucederme, con el corazón cicatrizando y muchas ganas de lo que ya sabes. Después te pierdes con el aire, como te gusta decirme, como te encontré, con 22 razones para volverme loco y un montón de camino para desaparecer.
En el fondo pienso que siquiera te conozco, que siempre que te encuentro es para enseñarme que la vida continúa y que en el hospital de tus besos puedo recuperar la razón, y corro, si no sé vivirlo, el peligro de perderla, si es que me queda algo más que perder.
Sabes a nena, a raza, a manto de noche en tu pelo, a refugio del cansado, a magia zíngara, a mujer sin pertenencia, sin ausencia. A cadena rota, a ozono de tarde de lluvia y risa, a tabaco de niña.
No te preocupes que no pretendo atraparte. Sé que si lo intento regresarás al mundo de los libres y sólo podré mirarte tras los barrotes de la cárcel, que es pensar que alguien me pertenece, perdiendo así la oportunidad de recuperarme entre tus brazos del transplante de miocardio. Ojalá yo también te sirva de bálsamo, aunque sea de tigre.

lunes, 17 de septiembre de 2007

To much Galadriel

Siempre algo o alguien me recuerda a ti, a lo que siento, a como podría ser la vida para dos personas que se conocen y se quieren desde antes de cumplir los diez años. E, inevitablemente, una parte de mí se emociona y otra se ciñe a tenerte lejos y sentirte tan cerca que, cuando menos lo espero, me llega tu recuerdo, seguramente de un rayo de luz de Venus, la estrella de la mañana (la que preferimos los noctámbulos), que puede ser vista tanto de día como de noche y marca la dirección del sol.
Y la verdad... no podría ser de otra forma. ¿Por qué te crees si no que los geniales necesitamos llevar gafas de sol a cualquier hora? Porque el brillo de nuestra estrella (planeta) ciega y pasa el tiempo sin que pierda intensidad, señala siempre la dirección de la luz, del calorcito, del mar, de todas las cosas bonitas que guardo desde que una parte de ti me abrió los ojos para aprender a verlas.
Y, sí... lo siento, pero esta noche soñé que te abrazaba y de alguna forma sé que por muchos brazos que me reciban en esta vida nunca sentiré que todo está en su sitio, que tiene sentido y que merece la pena volver, sólo por verte.
No es que te quiera más porque no puedo, tampoco es un ataque incontrolable (tranquila), ni un dolor de corazón, simplemente es que sé que eres tú, y a veces tener esa certeza pesa tanto como quererte en libertad.
No te preocupes que no me falta el aire, solamente algunas noches me susurra tu nombre.....igual es que con la edad me cuesta vivir permanentemente en guardia para poder controlar incluso los sueños......

viernes, 14 de septiembre de 2007

por alguien o por algo

La herida a veces se abre en los requiebros o cuando más cansado estás, más desprotegido o cuando simplemente llegas a casa sin nadie a quién contarle el viaje.

Acostarte cerca de unos brazos que te acogen, unos ojos que te quieren, los labios que te besan susurrando que en medio de la noche alguien te espera en casa, en los sueños que queden, regalar flores, reír...... sentir que al día siguiente merece la pena levantarse y seguir luchando.

Quizá tenga que romper la idea de hacerlo por alguien o por algo, aceptar que es por mi, apretar el paso si escucho a la tristeza persiguiéndome, y sumergirme de nuevo en el mundo de la búsqueda en vez de lamentarme tanto de la soledad, que como las buenas amantes es a veces dulce y otras una bestia. Sea el sino el que me condene y yo mismo el que me redima, me entrego desnudo y frenético al abandono del viernes gris que promete conatos de luz siempre adictivos.


Que lo bailemos bien.

martes, 11 de septiembre de 2007

Matarán a Jaquerito


En un intento desesperado por Salvar a Jaquerito escribimos y enviamos a todos los medios esta carta a modo de súplica, mientras escribo estas letras están matando a Jaquerito......


Matarán a Jaquerito
Crónica de una muerte anunciada

Imagine que está placidamente comiendo y unos hombres le encierran contra su voluntad, el pánico que sentirá durante las horas de angustia sin conocer qué le ocurrirá, para después liberarle ante una multitud enardecida buscando su muerte a pié y a caballo, armados con lanzas. Imagine la carrera desesperada para buscar la salvación que no llegará mientras le asestan todo tipo de golpes mortales por simple diversión.


El domingo 9 de septiembre, 600 personas decidieron llegar hasta Tordesillas (Valladolid), para reivindicar el fin de tan brutal tradición. La Expedición partió de varios puntos de la geografía nacional. En la Plaza de Colón de Madrid, nos esperaban los autocares fletados por el PACMA (Partido Antitaurino Contra el maltrato Animal), apoyados por los voluntarios de Equanimal. Llegamos a Tordesillas, donde nos encontramos con el resto de los activistas, que acudió a la villa con un objetivo común: solicitar el indulto de un condenado a muerte, el toro conocido como 'Jaquerito', que será hoy ejecutado públicamente sin poder, hasta la fecha, atribuirle algún delito que corresponda a la pena de muerte impuesta, sin juicio de por medio.
'Jaquerito' tuvo la mala fortuna de ser el toro elegido como la víctima inocente de la anacrónica tradición de matar, el día de la Virgen de la Vega, un animal con jinetes armados con lanzas y cuchillos; el pasado año participaron cerca de 20.000 personas, multitud que persigue y da muerte al toro que vaga aterrado por el campo.
Vaya por delante que no todos los vecinos de Tordesillas están de acuerdo con este festejo, aunque muchos ocultan su verdadera forma de sentir por miedo a las represalias de una mayoría insensible hacia el dolor y sufrimiento animal.

Durante nuestro trayecto en bus se nos instó por parte de la organización a guardar la compostura e ignorar los insultos y pedradas que, por parte de los contra manifestantes, íbamos a recibir, al igual que en las dos pasadas ediciones. Al llegar, nos recibió un cordón policial y un grupo reducido de contra manifestantes. La mayoría del pueblo estaba asistiendo a una novillada supuestamente financiada por un millonario del lugar.

Tal y como se pudo ver en el informativo de Tele 5 y, posteriormente, en las publicaciones digitales de distintos medios, nos recibieron con insultos, gestos obscenos y de amenaza, porque, simplemente, fuimos a solicitar algo que consideramos justo: el indulto.

Desde Equánimal, solicitamos la abolición de este tipo de festejos y el indulto de 'Jaquerito'. Pedimos a las administraciones, desde nuestra posición de sensibilidad, que se hagan eco de los que sufren, de los que no tienen voz y son ejecutados de forma pública si no lo impide nadie.

Esta es la crónica de una acción destinada a salvar la vida de un ser inocente y la abolición de festejos sangrientos que culminen con la consumación de esta injusta condena a muerte.



A quién corresponda ruego escuche esta súplica.

En mi nombre en el de las asociaciones que organizaron el evento y en el nombre de JAQUERITO.

lunes, 10 de septiembre de 2007

Sensaciones de un fin de semana en guerra

Siempre se puede aprender algo de los que tenemos alrededor, de los que escapan porque no soportan seguir sufriendo, y de los que permanecen en primera línea de combate por los demás y por continuar luchando como forma de vida o simplemente de supervivencia.

Es fácil encender el rescoldo si queda algo de llama, y somos tan cobardes que no apagamos del todo las hogueras por si llega frío el invierno y no encontramos un sitio cerquita para calentarnos... Las mejores transacciones sentimentales son las que no tienen víctimas y el único riesgo en que incurres es tener algo con lo que ocupar el tiempo. ¿Qué duele? No hay mejor señal de que estamos vivos, enfermos pero vivos...

También puede ser una sucesión de personas que se presentan y más tarde van reapareciendo, como una compañía de actores con papeles principales y secundarios, todos destinados a enseñarte algo, a terminar desapareciendo...


Es extraño, pero cuando tengo más destrozado el corazón, es cuando más cosas para aprender se me presentan, para romper antiguas ideas y para encontrar un montón de personas que quedaron en el camino y constatar que han crecido, que han sufrido y que ya no veo tantas diferencias. Incluso, en otras situaciones, con otros nombres y en otros sitios, pero con el mismo resultado, aprender a vivir en soledad, perdón en Libertad, que es más intenso, duele más y deja un saborcito cojonudo.

También cuesta implicarse demasiado. No es que no participes de la vida. Lo quieras o no, mientras dure el baile, es mejor no atajar. Lo malo es que una parte de ti deja de creer, siquiera de pensar, y se abraza a la lógica, a la negación, a la evidencia empírica de un mundo tan físico que cualquier cosa, por leve que sea, como una simple sonrisa, carece de importancia y pasa (desgraciadamente) desapercibida. Otra parte, la herida, sigue creyendo, pero calla; sigue queriendo, pero espera; sigue entusiasmada, pero se oculta seria por miedo, por miedo, siempre el miedo...
Y un día rompes las cadenas y escapas de la cueva, sales a hostias de la oscuridad buscando un rayito de luz, un claro azulete, y te reencuentras con los liberados. Despierta de nuevo el guerrero y reza a los dioses antiguos y, en medio del rugido de la tempestad, se escucha tu voz reclamando al cielo justicia, justicia, justicia.

Y el mundo, por un momento, es más bello y efímero.

jueves, 6 de septiembre de 2007

Tal cuál es


Lo siento dentro de mí desde hace años, y cada vez más fuerte. Al principio, tuve la inmensa fortuna de conocer algo diferente en mi hogar, cosa que, por lo general, es difícil en este país. Mi madre ya era vegetariana y adoraba a los animales cuando yo era pequeño. También, durante muchos años, conviví con animales en casa -como muchos de nosotros-, y me sirvió para poder entender que sienten muchísimo más de lo que me enseñaron. Mejor dicho, de lo que no me enseñaron, porque en ninguna parte, cuando yo era pequeño, me enseñaron qué sienten los animales.

Después, al cabo de los años, y por razones completamente espirituales, aprendí que la vida es preciosa, que cada experiencia vital cumple un ciclo personal y un ciclo dentro del universo y que nadie tiene derecho a determinar quién o qué puede vivir a su antojo. Yo creo profundamente en la evolución, creo que, más allá del horror en que vivimos, en algún momento entenderemos que no somos la especie superior que creemos, porque no existe ningún animal tan estúpido como para acabar con su hábitat, consigo mismo y el resto de las especies, y pensar, mientras lo hace, que está a la cabeza de la cadena evolutiva.

Pienso que algún día llegaremos a entender que las lechugas no tienen sistema nervioso, ni corazón, ni pulmones, y que cortar un melón por la mitad, no es lo mismo que cercenarle la cabeza a un cordero para comérnoslo. Y también sé positivamente que llegará el momento en el que despertemos a la comprensión de que compartimos la tierra y la experiencia vital, todos y cada uno de los seres que habitamos este planeta, y que cada uno en sí mismo es maravilloso, único e irremplazable.

Es una cuestión complicada, porque va en contra de lo que nos programaron que tenemos que hacer, desde el médico de cabecera, que jamás investigó si es cierto o no lo que aprendió sobre alimentación, a los continuos estímulos publicitarios de una sociedad interesadísima en que consumamos cada vez más, independientemente de lo que sea y el efecto que nos produzca, y también es complicado porque exige un esfuerzo, no el de comer o no comer algo -eso es sólo un hábito y, como tal, con constancia y convicción, se cambia-, sino un esfuerzo mental muy grande, que es el de pensar de otra forma diferente a la masa, que nunca deja de criticar al que es diferente. Por muy liberal o progresista que parezca, se diga o piense que es el resto de tu círculo social, verás cómo actúa cuando le cuentes o se de cuenta de que cambiaste y ahora comes de otra forma simplemente por una cosa, por amor..

Sé que hoy en día este tema sigue siendo muy controvertido, que hay todo tipo de estudios y corrientes a favor y en contra, como en su momento lo fue la conquista de cualquier derecho, libertad o paso para el bien común. No olvido que no hace mucho tiempo había personas dispuestas a perder la vida solamente para que siguiera existiendo la esclavitud, pero también sé que los que no pueden moverse de sus habitáculos, los que son sometidos a todo tipo de torturas y vejaciones, incluida la muerte, no tienen voz, ni derechos, ni capacidad de elección, ni forma de escapar, ni vida. Y me duele tanto que me cuesta no llorar mientras escribo estas líneas...

Sigo mirando a las estrellas y esperando que del cielo llegue una nueva civilización extraterrestre mucho más fuerte que la nuestra, que se alimente de nosotros, nos encierre en granjas o cubículos de menos de un metro, que prefiera la carne de los niños porque es más tierna, nos obliguen a hacer acrobacias mientras se ríen, que celebren sus festividades o santos patronos asesinando por tradición, se vistan con nuestra piel, nos obliguen a hacer todo tipo de tareas físicas.... Y, más tarde, nos aniquile totalmente y termine destruyendo al completo el planeta. Así, algunos podrán comprender el sufrimiento que causan a los demás y lo que jode cuando se lo hacen a uno mismo. Entonces, a modo de enseñanza en el epitafio de nuestra civilización, escribiremos para el futuro solamente una palabra: empatía. Aunque no quede nadie para leerla.

Liberación Animal
*Gracias a Lucas por prestar su imagen.

lunes, 3 de septiembre de 2007

¿Que si gira?

Te despiertas y una parte de ti lo ve normal, si no hubieran pasado unos 5 años y todo, incluidas todas tus células, son diferentes. Si lo mido en soles, me quedo con mucho trabajo, amor y lo que pudo ser; si lo mido en lunas, no quiero enseñar tan pronto las cicatrices y olvidar la luna roja de julio y los besos que me tiraron a la cara. Siquiera es el momento, ha finalizado un capítulo de mi vida y este fin de semana el destino me regala una página que me devuelve directamente al pasado de tu cama, que ya no es tu cama, sino la mía, en otra casa, muy cerquita de donde vivías, y te conocí con 22 primaveras y media humanidad invitándote a desayunar.

La diferencia, y no se si es para bien o para mal, es que ya ni pido el teléfono, simplemente por que ya lo miras desde fuera; ni corres la calle para llegar pronto a casa si te dejas el móvil; ni pasas mirando por los alrededores de tu vida, de ningún barrio de ninguna parte. Si cierro los ojos, te beso más por que son más reales los besos que las personas que los dan. Igual es que, simplemente, me estoy haciendo mayor y empiezo a desaparecer o se me ha difuminado el corazón corazón de tanto correr por correr.

En medio de la noche también sale la luna, y esa sí que es mágica y sí que tiene la culpa de que nos encontremos sin quedar y de que no te encontrara nunca si quería. Al tiempo, me cuentan que me viniste a buscarme cuando no estaba y saliste corriendo al verme. Un saco de besos que no sabes si, simplemente, es el momento de bajar la guardia y querer por querer, no por lo que quiero ni por lo que espero, por este ratito que también tiene su valor.
Que te mueras besándome y luego continúes la vida, es parte de la magia de una mujer que, como los velos de Sherezade, te rozan y después desaparecen con el viento a vivir mil noches más; que la una ya te la regaló el destino y sólo puedo agradecerlo. Así, no pierdo el tiempo regresando porque, al final de la página, un asterisco te manda directamente a un capitulo sin número que dice que continúa la vida de suspiro en suspiro y de lucha en lucha, sin encontrar asomo de destino.
No se si es mejor partirme en dios o en dos de vivir, o el hospital que encontré en medio de ti este fin de semana. Si te hace falta, otro día estaré encantado de buscarte las cosquillas, que tienes una sonrisa preciosa.