miércoles, 20 de junio de 2007

El espacio entre tu sombra y mi destino


Me reservas la cara oculta de la luna. La visible es bella pero más efímera menos imaginativa, siempre he preferido los espacios por descubrir, vagar errante tiene ciertas premisas y yo creo que cumplo bastantes. La edad indefinida, el aspecto más fiero que la realidad, la estatura mediocre, más atractivo por lo optimista que por lo bello, delgado de correrías y buenas juergas, gordo de pasta y buen vino, un corazón apartida con el rugido de los mares del sur en su interior, pocas cicatrices externas y el alma de un pirata gregario, a veces de antaño, y a veces por estrenar.
El entusiasmo a flor de piel, equipaje indispensable, mucha música, payaso por reservado, por lo general falto de sueño, mi única patria lo sabes…tus caderas y el mar.

Te busco desde hace más tiempo que el que mi recuerdo es capaz de catalogar, llevo 34 años pisando arenas movedizas, tiendo a estacionarme en el olvido, reviso atardeceres, mi oficio ideal contar olas, me apenan las flores que mueren en el asfalto, pierdo a jirones trozos de vida a cada año la intensidad siempre se cobró su precio, mato mis fantasmas con letra impresa, ex convicto de tus besos, navego sin bandera, a la izquierda de Dios y a la derecha de Baco, rumbo a Venus, creo que por eso, me cuesta tanto encontrar la senda de conduce a tu alcoba
Te vi, te rocé , o creí verte en otras mujeres, el tiempo se encargó de demostrarme tu ausencia, no puedo entenderlo, pero cada rasguño en el miocardio tiene un nombre, muchos momentos, y un sabor amargo. No espero piedad ni gloria, prefiero que no me toquen los cojones a disfrutar de 5 minutos de victoria efímera, suplo con humanidad mi falta de inteligencia y aunque a priori no lo demuestre no tengo ni puta idea de cómo funcionan las bambalinas de este gran teatro de lo absurdo. Me describo para no borrarme, para dejar que caigan los dogmas por su propio peso, quien tenga el mapa por favor muéstreme el camino del país de nunca jamás, pues necesito reunirme con un montón de desconocidos que amo, el oficio de la caballería andante no tiene muchas prestaciones sociales en esta época, el sueldo suele ser miserable en comparación a la veces que nos exigen bajar la testuz, y estoy un poquito cansado del minutero el de las oras y sobre todo del hijo de puta del segundero, que corre incansable, tic, toc, pintando de materia gris el no tiempo mudo.

No hay comentarios: