Los sentimientos y las medidas, son una compañía imposible, es como desahuciar el corazón en el cajón de la ropa interior más atrevida. la que casi no te pones. Soñar con la proa de un barco, una mesita soleada y un copioso desayuno a las 12 y media recién levantada, morena, delgada, y el cielo de los imposibles alejándose lentamente de tu vida. Entonar Asturias patria querida borracha de don periñon mientras un marinero griego manosea tu tus curvas como si fueras la última isla por evangelizar ...
Y tu, entre la arrugas y los decibelios del móvil, entre los treinta y los cuarenta años ladrones, la menopausia y la ninfomanía, sonríes libre.
No sabemos si te ha tocado la lotería o lo has mandado todo a tomar por el culo, ni falta que hace, la felicidad aveces es una foto de postal con sello muy caro y sin dirección definida, cambiante, y con destinatario desconocido. Recuérdame en el cielo si es que te vas primero, brida a mi salud y a la de el resto de los esclavos, disfruta por todos de la bendición del asueto imaginario y cuando regreses a la realidad, tráeme esa postal en la que tu sonrisa se parte el culo del mundo. que ya va haciendo falta.....
Cuando te escribí esto en una falsa postal, estabas en medio de un terremoto que te derrumbó el mundo luego apareció otro que te pintó la sonrisa y ahora que auto retrato mis batallas no me faltó tu mano para salir del peldaño de Sabina al ladito del infierno.
Sólo gracias Ñaca
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1 comentario:
Qué sería la vida sin los buenos amigos.
Hace tiempo me despedazaron el corazón. Mi cielo que siempre había resplandecido luminoso se convirtió en un enorme nubarrón. La tristeza se apoderó de mí y hoy es el día en que todavía hay momentos en que me cuesta encontrar un claro en la oscuridad. Cést la vie! Pero con ganas, empeño, dedicación y rodeada de muchos ñacas todo se supera. Tú fuiste y eres mi luz. A mí me gustaría ser aunque sólo fuera una bombillita para ti…
Lamernos las heridas es nuestro sino. Caeremos y nos levantaremos, porque somos así, unos luchadores, o mejor dicho, unos supervivientes como tú bien has dicho. El tiempo todo lo cura, o por lo menos lo maquilla… Y que nadie se atreva a quitarnos la sonrisa; es nuestro tesoro.
Es un placer estar a tu lado y una suerte inmensa haberte conocido.
Un gusto de blog, por cierto. No lo abandones.
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