jueves, 7 de febrero de 2008

a un amigo

Me manda un amigo música bonita para escuchar estar tarde. Es antigua y remasterizada, con mucho arte, entre lo clásico y con cierto toque electrónico de los 60. Detrás de mi escritorio de trabajo, un ventanal inmenso ilumina la tarde extraordinariamente soleada para esta época del año.

Es extraño, pero hay personas que por poco que hagan te tocan el corazón. A él, en concreto, lo conocí hace unos años de forma casual en los pasillos del edificio en el que trabajo. Al poco de vernos, empecé a darme de cuenta que, siendo muy diferentes y perteneciendo a lugares lejanos, teníamos en lo interno algo en común, que supera las aficiones musicales o literarias que solemos compartir.

Recientemente, ha tenido que superar la dura prueba de perder a dos familiares cercanos en menos de un mes. Y, desde esta ventana abierta al cosmos, quiero decir que, en esos momentos tan difíciles, no le he visto lamentarse de lo vivido, no le he visto manifestar un dolor inmenso ni queja ante la perdida. Es más, cualquier referencia a estas personas siempre fue desde el cariño y la admiración, no desde la pena. He de reconocer que, en lo personal, está siendo un ejemplo de entereza ante lo inexorable, porque lo estoy viendo encontrar respuestas y buscar crecer para aprender de estas experiencias.

No es más que lo que esperaba, pero es una enseñanza muy grande para mí observar como ha reaccionado y, desde esta situación de observador, simplemente quiero decir que, en las personas que el destino nos regala el compartir juntos una parte del sendero de la vida, tenemos muchas cosas que aprender. En esta ocasión, en ti tengo, además del cariño, una maravillosa enseñanza.

Desde esta inexistente tribuna te mando la fuerza y la admiración para, simplemente, recordarte –sé que no es necesario-, que te quiero y me hace inmensamente feliz ver cómo reaccionas ante los reveses del destino.

De tu amigo, Christian.

1 comentario:

Sansoncita dijo...

Hola ñaca,
Hola Sevillano,
Este mensaje es para el último, para darte desde aquí un gran abrazo y apoyo. Ante las adversidades nunca se sabe como uno va a reaccionar, también hay veces que el golpe te llega años después, te lo digo por experiencias cercanas. Lo importante es rodearse de buena gente y no ocultar los sentimiento, si se quedan en la cajita de dentro el día que te la abran sale y en este caso no vale lo de más vale tarde que nunca.
Un besazo de la burgalesa que te mete caña. Besos también para el ñaca que luego se pone envidioso.