martes, 30 de septiembre de 2008

jueves, 25 de septiembre de 2008

La caravana

El destino es una caravana que te transporta a través del desierto para encontrar el oasis dónde la felicidad deja de ser un sueño y se convierte en la realidad de cada día.

Transitar por la arena ardiendo requiere su aprendizaje, su tiempo. Al principio, te quemarás; con el tiempo, te acostumbrarás al sol abrasador, al frío, a las noches solitarias, al dibujo de las dunas siempre cambiante con el paso del tiempo, como un enorme reloj de arena que no se detiene.

Te sorprenderá la luna muerto de frío, quién sabe si al raso o con cobijo; tendrás que soportar la sed, el cansancio e, incluso, el paso de los años sin enloquecer del todo.

Y cuando llegue el momento, te darás cuenta de que amas el lugar dónde naciste por inhóspito y alejado del resto del mundo que se encuentre.

Amarás los atardeceres, las estrellas, el viento, el olor de la tierra, los colores de las telas que te visten, los animales y las personas que te acompañan... y un día tenderás tu mano en medio de la noche y otra mano llena de amor la acogerá. Entonces y sólo entonces entrarás en tu propio oasis, ese que está dentro de ti y te hace amar la vida con la intensidad del que se reconoce feliz para disfrutar cada momento.

Buen viaje y de corazón espero que lo encuentres.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Nadie conoce a Nadie.

Nadie es como te voy a llamar, no porque sea tu nombre, sino porque no quiero que puedan relacionarte. Tienes 3 años y parece que te sacaron de un cuento de las mil y una noches, no sólo por lo bonita sino por tu procedencia; la genética pesa.

Tus padres son del continente africano de un país muy cerquita de Marruecos. Ninguno de los dos alcanza los 35 años. Tienes 2 hermanos, uno más pequeño que no llegará a los dos años y otro más grande de siete. Me contaste que tu padre está de viaje y que tenías muchas ganas de que regresara. Yo lo conozco y sé a que se dedica. Creo que el viaje durará cuatro años tres meses y un día. Lo llaman una yeyé en jerga taleguera, pero con la condicional seguro que cuando cumplas 5 años podrá, si es un poco listo, dormir en casa y verte de vez en cuando.

Tu padre un día me contó que llegó a España en un barco cargado de muerte y espanto y que pagó por el pasaje lo que ganaba en un año en su país. Viajó con otras 20 personas, de noche, y a la carrera acabó en Madrid en un bus de madrugada, sin papeles ni dinero para mantenerse. Me contó que de ilegal ganaba 500 euros al mes y las gracias (para mantenerse él y enviar dinero a su familia), por trabajos sin contrato ni corazón. Nunca faltaron los hijos de puta que se aprovechan de la miseria ajena para hacer su fortuna. Al tiempo, conoció en la calle a compatriotas y la posibilidad de ganar 10 veces su mensualidad. Adivina el curro...

Luego trajo al resto de la familia, escolarizó a sus hijos y siguió buscándose la vida sentado en una de las muchas terrazas de la zona. No pretendo justificar a nadie ni animar a delinquir al que cobre un sueldo miserable, pero tampoco pretendo decorar la realidad, esto es lo que hay y a bocajarro lo cuento.

Ayer me contaste eso en la puerta de un garito a las 12 de la noche mientras jugábamos a pintar encima del capó de un coche. Tenías lo ojos llenos de sueño y tu madre estaba medio pedo dentro con tu hermano abrazado a su cadera.

Por un momento me entraron ganas de llevarte a mi casa darte de cenar y meterte en la cama a dormir, que es lo que una nena de tres años tiene que estar haciendo a esa hora.

Por un momento, pensé que vivimos en un sistema de mierda, que seguramente te alejaría de tus padres por tu bien y así terminaría de quitártelo todo, tu país y tu familia, pero eso creo que te causaría a posteriori más daño que otra cosa.

Por un momento, me entraron ganas de darle un bofetón a tu madre (no es la primera vez que le ruego que se valla a casa a acostar a sus hijos) y pedirle cuentas por algo en lo que no tengo nada que ver, pero detesto tanto la violencia como la injusticia

Me fui llorando a casa con un beso de Nadie estampado en la cara y la tristeza de imaginar su vida futura, ojalá (OH ALÁ) que me equivoque.

Esta mañana me levanté con el sabor amargo que hace que te sientes delante del ordenador y busques palabras para explicar una situación inexplicable y entender un mundo que no comprendo y lo peor, cuando me encuentro con estas situaciones, no se que hacer para mejorarlo.

Seguramente la persona que más piensa en Nadie ahora mismo esté paseando en un patio sin horizonte. Seguramente tú, princesa, no entiendas la mayoría de las cosas que te ocurran, pero no te preocupes. Tengo 32 años más que tu y tampoco las entiendo...

Muerto de pena

Christian